ALGUNOS CONSEJOS ÚTILES, DESDE LA PSICOLOGÍA, PARA HACER FRENTE AL “POST-TERREMOTO”.

Es imposible hacer caso omiso a la desesperación, la rabia e impotencia de las personas afectadas, sobretodo ante las crudas imágenes de casas caídas, familias completas sin un lugar donde alojar, niños durmiendo a la intemperie, muchos sin alimentos o abrigo, entre otros similares.

Se ha escuchado constantemente en televisión los llamados a la calma por parte de diversas autoridades del ámbito profesional y político. Así mismo, muchos psicólogos han hecho un llamado a “actuar con tranquilidad y de manera racional”…

La pregunta curiosa es ¿que significa actuar “racionalmente” cuando tenemos un tremendo “terremoto emocional interno” producto de lo que hemos vivido?

Entendiendo esto, y como psicólogo, recomiendo realizar algunas de las siguientes acciones para enfrentar estos tiempos complejos de manera provechosa en pro de si mismo y de los demás:

· Evite aislarse. Genere o integre las pequeñas redes de apoyo sociales que se generan en estas situaciones. Reúnase con otras personas en su misma situación, mantenga constante comunicación con vecinos y amigos. Al cooperar en red nos favorecemos en la distribución de recursos, de protección y compañía social.

· No reprima sus emociones, libere las tensiones hablando con los demás acerca de lo que esta sintiendo, permítase llorar y enojarse (siempre que esto último no afecte a los demás). Aceptar nuestras emociones nos libera de parte importante del estrés acumulado.

· Concéntrese en lo realmente importante. Esto requiere un esfuerzo adicional, ya que necesitamos equilibrar nuestras emociones y pensamientos para lograr un justo equilibrio que nos haga “funcionales”. Concéntrese en evaluar daños de la propiedad o el entorno donde estamos alojando temporalmente, en asegurar el bienestar de los demás, en conseguir víveres, en brindar protección a los suyos, en los riesgos de movilizarse. Lo contrario a este punto sería actuar de manera desorganizada o irracional, lo que causa únicamente mayores problemas.

· Mantenga y repita ideas positivas en su mente. Lo “normal y obvio” en estas situaciones es pensar constantemente en lo negativo que nos ha ocurrido. Sin embargo, nosotros podemos, con gran fuerza de voluntad, crear imágenes positivas en nuestra mente que pueden reestructurar nuestra forma de pensar, reprogramarla para “pensar en positivo”. Al pensar “en negativo”, nuestra mente actúa “malintencionadamente” sobre nuestro cuerpo, generando dolencias, cansancio y estados depresivos. Al pensar “positivo” estaremos luchando contra este estado natural y nos volveremos funcionales (igual que en el punto anterior). Piense, por ejemplo, en sus familiares que están a salvo, en el apoyo que otras personas le están brindando, en sus valores, en dar gracias por estar a salvo, en recomenzar, en lo que no se ha perdido, en aferrarse aún más a su religión, entre otros.

· Manténgase informado/a con fuentes oficiales. Escuchar constantemente el número de afectados e incluso muertos, o ver en televisión el caos provocado por las olas puede ser chocante para la mayoría. Sin embargo, estar atento a los acontecimientos nos permite tener claridad acerca de la dimensión real de lo que esta ocurriendo, de los hechos que nos pueden afectar (para bien o para mal), de la ayuda que nos brindan distintas organizaciones, de las zonas de riesgo y zonas seguras, de lo que ocurre en los colegios o trabajos, del transporte, entre otros.

· Hable con sinceridad de los hechos a los niños. Ellos captan “más de lo que uno cree” acerca de lo que está ocurriendo. Saben que no es bueno lo que ocurre, asocian eventos como los sonidos (ambulancias, gritos, llantos) o situaciones (el atardecer o la oscuridad de la noche) a las emociones “negativas” que “sienten”, por ello es normal que sientan miedo en algunas horas del día o estén mas sensibles a los sonidos. Al hablar con la verdad, los niños generan una suerte de historia coherente acerca de lo que ocurre y pueden disminuir la angustia. Si se le dice a un niño “ya no hay más temblores” y efectivamente ocurre una replica significativa, perdemos credibilidad y aumentamos la angustia.

· Ayude a los demás. Si usted tiene alguna habilidad o conocimiento póngalo en práctica de manera solidaria, con lo que estará no solo ayudando a las personas, sino también hará un gran trabajo consigo mismo y un aporte importante al levantamiento del país.

· Manténgase ocupado/a. De ser posible, continúe con las rutinas previas al evento, tales como trabajar o compartir con familiares. La sana distracción aminora las secuencias de pensamiento negativo y las sensaciones de frustración o depresión post traumático. Si no es posible, manténgase ocupado en alguna actividad física o mental.

Si bien estas acciones pueden ser mínimas frente a la dimensión de la desgracia, espero sean un apoyo a nuestra salud mental y social, así como una vía de escape y/o esperanza para quienes llevan la pesada carga de sufrir los injustos embates de la naturaleza. Fuerza Chile.

Santiago de Chile, Febrero 2010.

Comentarios

Excelente aporte... ¡Muchas gracias!
Iskander dijo…
Exelente aporte, publicamos su información en nuestro blog citando su página y poniendo un enlace a ella.

Saludos.-

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