NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA GESTIÓN DEL TALENTO HUMANO EN EL SECTOR MINERO
Hablar de las nuevas tecnologías en la gestión del
talento humano implica analizar de las consecuencias de las antiguas técnicas o
métodos utilizados, revisar las prácticas actuales y aventurarse a pensar
estratégicamente en el futuro, de modo tal que podamos satisfacer los
requerimientos de talento futuro en nuestra industria.
El sector minero, en sus altos y bajos, se ha visto en la
constante necesidad de agregar mayor efectividad a sus procesos. Últimamente,
el crecimiento económico de los países y los requerimientos de mineral permiten
la expansión e invitan al desarrollo de las organizaciones de un modo
vertiginoso comparado con algunos años atrás.
A los requerimientos de mejores equipos y la revisión de algunos
procesos para su mejora continua, debemos sumar las técnicas o procedimientos
que nos permitan atraer, vincular y mantener a las personas cuyas competencias puestas
en práctica permitan el logro de los
objetivos de la organización.
Esto que parece fácil, se complica cuando vemos que la
industria crece y comienza a absorber a los candidatos mejor preparados,
incluso antes de finalizar sus estudios formales. Por otro lado, las actuales
generaciones viven una realidad distinta a la de sus padres y abuelos, lo que
es una invitación para las empresas a romper los viejos paradigmas y empezar a
pensar también como las nuevas generaciones.
En este contexto, debemos pensar en las competencias
laborales como la piedra angular que permite gestionar de forma ordenada y en
base a evidencias el desempeño de los trabajadores. Estas “capacidades”
permiten que las funciones se desarrollen efectivamente, que se trabaje de
manera segura y ajustada a procedimientos, y que, en definitiva, se logren las
metas exitosamente.
El propósito del área de gestión de las personas o
recursos humanos, es el de alinear a las persona a la estrategia de la empresa.
En este sentido, el desafío inicia con la incorporación y se mantiene a lo
largo del tiempo con el desarrollo de las competencias y despliegue del
potencial de los trabajadores.
Las nuevas tecnologías asociadas a la vinculación de los
trabajadores a la empresa aparecen de la mano con el desarrollo de internet y
el crecimiento de las redes sociales. Cada vez es más frecuente ver como los
avisos en los periódicos o en diarios murales son remplazados por publicaciones
en bolsas de trabajo en internet como Trabajando.com©, Laborum.com© o en la
sección empleos de un periódico virtual.
Los foros y redes sociales como Facebook©, Linkedin©,
Twitter© ofrecen una alternativa bastante interesante desde el punto de vista
de la conectividad y la gran cantidad de personas a las que se puede llegar con
el aviso de reclutamiento. Las empresas dedicadas al reclutamiento y selección
de personal prefieren las redes sociales por sus bajos costos, amplia gama de
trabajadores, la rapidez y facilidad para encontrar candidatos. Por otro lado
las personas las prefieren por la facilidad de poder postular rápidamente y sin
tanta burocracia a los puestos requeridos.
En el proceso de selección también se han incorporado
nuevas tecnologías. Los test psicológicos, hasta hace un tiempo una de las
pocas técnicas de evaluación aplicadas, están siendo complementados con otras técnicas,
tal como los Assessment Center, que consta de diversas evaluaciones que buscan
determinar si la persona posee las competencias para el cargo, y lo hace desde
los distintos componentes, desde lo cognitivo, lo ético, las habilidades, lo
emocional, entre otros.
Una vez vinculado el trabajador, es necesario desarrollar
las competencias para un adecuado ejercicio del cargo. La detección de
necesidades de capacitación por competencias busca determinar las brechas en
relación a las funciones que la persona debiera realizar. Ya no basta la
autoevaluación ni la apreciación de la jefatura respecto de su desempeño, sino
que hoy se requiere de evidencias tanto de conocimiento, desempeño o producto
que nos demuestren el nivel de dominio de las competencias.
Las nuevas tecnologías en capacitación incluyen,
dependiendo de las funciones del cargo y las competencias a desarrollar, el uso
de simuladores (conocido en el rubro minero para el entrenamiento en manejo de
equipos), la auto-instrucción, el E-Learning, videos explicativos, entre otros.
El desafío de quienes administran estos sistemas esta en poder evidenciar que
los programas de capacitación son efectivos y que la inversión realizada tiene
resultados. Gracias a las competencias laborales, hoy podemos hacer más fácil
la relación entre entrenamiento y resultados.
La mayor conectividad ha permitido que los trabajadores se
encuentren más conectados entre si y con los objetivos de la empresa. La
intranet se ha complementado con los Blogs, bases de datos, foros, comunidades
virtuales donde se pueden compartir información y buenas prácticas laborales.
La comunicación se ha transformado en un elemento crucial para el trabajo, de
hecho, se habla incluso de conectividad 24/7 haciendo alusión a que la
información fluye independiente del día y la hora, lo que se acrecienta con la
aparición de los Smartphones y su uso masificado en la industria minera.
La supervisión de las personas también se ve apoyada con
la aparición de nuevas tecnologías: el reporte on-line, la administración por
objetivos, el liderazgo visible, entre otros permiten a los supervisores
mejorar su trabajo. Por otro lado, desarrollar equipos autogestionados o de
alto rendimiento permite a los líderes empoderar a las personas para que tomen
sus propias decisiones, rompiendo los paradigmas de la férrea supervisión genera
mejores resultados.
Con todo, para el desarrollo de estos métodos de trabajo
tanto en los líderes como en los equipos se requiere de personas altamente
competentes y motivadas en el logro de las metas. Para esto, la empresa deberá
cambiar los paradigmas de compensaciones (dinero) por otros centrados en el
reconocimiento social, los vínculos con la empresa, las acciones de
responsabilidad social, entre otros.
La transparencia en los procesos también se logra con la
implementación de un sistema basado en competencias laborales. Los trabajadores
están más conscientes de las consecuencias del trabajo “bien hecho”, las
promociones y ascensos son merecidos y no “designados a dedo”, con lo que se
logra mayor compromiso frente al trabajo y mayor productividad como derivada de
lo anterior.
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