EXTENDER EL CONFINAMIENTO UNA MALA IDEA PARA NUESTRA SALUD MENTAL

Una revisión de más de 20 estudios de salud mental en confinamiento o cuarentena, concluye que existen efectos psicológicos negativos, incluidos síntomas de estrés postraumático, confusión y enojo, que en algunos casos pueden ser duraderos. Los factores estresantes incluyeron una mayor duración de la cuarentena, temores de infección, frustración, aburrimiento, suministros inadecuados.

Si bien existen diferencias obvias en la población de estudio, es interesante poner de manifiesto estos antecedentes para las decisiones y las políticas públicas de nuestro país, que ha relegado en la praxis a la disciplina psicológica, aparentemente, a uno de los últimos lugares de las prioridades.

Algunos de los aspectos interesantes que podemos extraer de esta revisión son los siguientes:

• El estrés postraumático se relacionó con confinamientos superiores a nueve días (en el caso de estudios post SARS). Las cuarentenas efectivas de personal médico que trató personas con SARS se relacionaron con el reporte de agotamiento, desapego de otros, ansiedad al tratar pacientes febriles, irritabilidad, insomnio, poca concentración e indecisión, deterioro en el desempeño laboral, renuencia a trabajar o la seria consideración de resignación a otras funciones o unidades.

• Se evidencia la relación de estrés post traumático a tres años de los eventos de emergencia en personal de salud, quienes además (en otros estudios) mostraron que el 9% informó síntomas depresivos altos, todos habían sido puestos en cuarentena.

• Las personas (no personal médico) que habían sido puestos en cuarentena, informaron en estudios cuantitativos una alta prevalencia de síntomas de angustia psicológica.

• Adicionalmente, se reflejaron trastornos emocionales, depresión, estrés, un bajo estado de ánimo, irritabilidad, insomnio, estrés postraumático, ira y agotamiento emocional.

• Los casos estudiados sitúan en diez el límite promedio de días donde empiezan los problemas. El reporte de trastornos aumenta al aumentar la cantidad de dias.

• Los principales estresores durante la cuarentena son el miedo al contagio, la frustración por la disrupción de las rutinas cotidianas, el aburrimiento, el no contar con suministros suficientes y la información inadecuada (ya sea por el flujo o por su veracidad o “fake news”).

• Post cuarentena, los estresores han sido las deudas y los temas financieros, así como el estigma que cargan las personas que se han recuperado.

• La mayoría de los efectos adversos provienen de la imposición de una restricción de libertad; mientras que la cuarentena voluntaria está asociada con menos angustia y menos complicaciones a largo plazo.

Si bien la pandemia exige que las autoridades tomen las decisiones sanitarias correspondientes, es imprescindible que se consideren los efectos psicológicos relacionados con los periodos de confinamiento. 

De acuerdo a los autores de la recopilación, se sugiere que, para combatir efectivamente los efectos de la pandemia, tengamos acceso a información fidedigna y de fuentes oficiales, contar con los suministros en cantidad y calidad asegurados (domésticos y médicos), cuarentenas cortas y de duración no variable a menos que sean circunstancias extremas, y, por último, recalcan la importancia del autoaislamiento voluntario como respuesta altruista a una necesidad social.

El documento mencionado tiene como título "The psychological impact of quarantine and how to reduce it: rapid review of the evidence" (2020) de los autores Samantha K Brooks, Rebecca K Webster, Louise E Smith, Lisa Woodland, Simon Wessely, Neil Greenberg, Gideon James Rubin.