Muy bonito, moderno y todo... pero y la seguridad?
Ya llevamos un año de que
este sistema de transporte se instaló en algunas comunas de Santiago. Novedoso,
ecológico y económico son algunos de los atributos que posee y ya empiezan a
ser tendencia.
Si antes era raro, hoy es
algo común ver desde jóvenes estudiantes hasta ejecutivos de terno y corbata
volando literalmente por la acera. Sumemos a los atributos anteriores que debe
ser bien "cool" y divertido, incluso algo transgresor.
Sin embargo, y a raíz de
observar a varias personas utilizar estos medios de transporte, me ha llamado
la atención en varios casos (no en todos, por supuesto): no utilizan casco,
corren al máximo de la velocidad que permite el equipo y van esquivando a los
peatones de forma temeraria, entre otras conductas de riesgo.
Claro esta que nadie carga
un casco "por si me encuentro un scooter o si decido usarlo", no
existen ciclovías en todas las calles donde uno transita, las calles están a
veces en mal estado, y entre las frases del bronce que alientan las conductas
temerarias encontramos "tengo tanto derecho como los peatones a transitar
por la vereda"
El "buen uso" de
los scooter eléctricos le corresponde a quien toma la decisión de usarlos y ahí
es donde nos encontramos con que la responsabilidad y el autocuidado son
fundamentales para resguardar nuestra integridad y la de los demás. Muchas
veces subestimamos el riesgo y eso nos lleva a tener accidentes, es decir, el
efecto indeseado de una falsa sensación de seguridad (FSS) imaginada por la
simpleza del mecanismo o lo corto del trayecto.
Lamentablemente esta FSS se
ve alimentada por la experiencia: una conducta de riesgo sin accidente se
refuerza por los beneficios alcanzados al ejecutarla, de igual forma cuando se
observa en otros. De ahí la importancia de "nadar contra la
corriente" y tomar las medidas de precaución que correspondan, sobretodo
cuando creamos que no son necesarias (pq si lo son!) para evitar posteriores
lamentaciones.
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