LA MARCHA DE LOS PINGUINOS


Ya que no soy crítico de cine es que no hablaré acerca de la película La marcha de los Pingüinos, ese documental que muestra la vida de dichos animalitos que en lo particular encuentro interesantes, sino que hablaré acerca de esta manifestación escolar que ha remecido al gobierno recién instalado y poniendo a prueba toda su capacidad negociadora y política, desde la presidenta hasta cada alcalde.

Primero quiero resaltar que la organización interna de cada colegio o liceo, la coordinación entre establecimientos y la capacidad de asociación de los escolares ha sido (según lo visto por los medios), por lo menos, impresionante. La tecnología ha permitido que en cualquier lugar de chile, los “pingüinos” se enteren, opinen y participen de cada una de las decisiones que los “voceros” expresarán ante la opinión pública, dentro del concepto que acuñaron como “las bases”. Interesante es también la capacidad que han demostrado de ser fieles a una causa y unir a tantos sectores sociales a ella.

El resultado de todo esto es natural: alumnos, profesores y apoderados, más algunos partidos y otros sectores unidos como una gran locomotora difícil de detener.

La preocupación de gobierno es entendible. Una manifestación como la que estamos viviendo no nace de la noche a la mañana, ni se propaga tan en silencio como para que las autoridades (¿?) no hayan previsto esta avalancha difícil de controlar. Como lideres, no han tenido una mirada analítica ni estratégica de los movimientos de estos pingüinos, que tal como en el ajedrez han movido las piezas claves, derrotando a piezas importantes y amenazando directamente la imagen de gobernabilidad y la capacidad de negociación de nuestra “Reina”, con un Jaque, insisto, bastante previsible.

Yo creo que hay una estrategia subterránea para desarticular esta organización y que ha dado efectos importantes para terminar el conflicto. Si estoy en lo cierto, entonces el Gobierno tiene a un par de asesores genios, si no, entonces la suerte le ha dado la mano a nuestra Presidenta para salir del embrollo. Esta estrategia siempre ha estado vinculada a las comunicaciones. Si, a las comunicaciones, pero no a lo que dice el Gobierno directamente, sino a como los medios han comenzado a infiltrar desconfianza, inseguridades y a reforzar las debilidades principalmente de los actores más emblemáticos. Paso a enumerar aquellas señales comunicacionales:


  1. La publicitada salida/entrada/cambio, etc., de los principales voceros de los estudiantes, que sea por la razón que sea, nos esta diciendo que la “representatividad” está no solo en duda, sino que se diluye el espolón del buque estudiantil.
  2. La cantidad de accidentes ocurridos al interior de los colegios, cuyas causas inmediatas, conductas de riesgo y actos irracionales o irresponsables nos recuerda que son adolescentes, niños...
  3. Información que pone en duda de la continuidad de colegios emblemáticos como el Lastarria.
  4. Noticias acerca de la precipitada vuelta a clases de colegios o liceos, o sea, una lento y progresivo “descuelgue“ del movimiento.
  5. Cada vez menos tiempo en pantalla de la noticia.
  6. La no formalización de una propuesta concreta por parte de los estudiantes que tenga una pizca de sentido común, sumado a una actitud caprichosa de no ceder. Esto en negociación es un error, ya que no existe punto de equilibrio entre las partes.
  7. Alumnos entrevistados (no voceros ni dirigentes) que dejan en evidencia un completo desconocimiento del contenido de la LOCE, de las propuestas concretas de las “bases” ni del alcance de la oferta de Gobierno.
  8. Un enfoque más a la forma que al fondo, donde los destrozos, el actuar de carabineros y la devolución de un Microondas es mucho más importante que los acuerdos mutuos (Gobierno/estudiantes).
  9. Señales tácitas de punto final por parte de Gobierno
  10. otros.

Considero que los estudiantes han tenido la fuerza, el respaldo y los momentos adecuados para conseguir grandes avances, pero que no han sido (ya no fueron) capaces de sentar un punto de equilibrio entre oferta y demanda, ni menos un pliego de acciones necesarias para lograrlos. Atender y liderar con madurez e inteligencia permite ser flexibles y eficaces, tal como “…el junco que se doble, pero siempre sigue en pie…”. Por el contrario, mostrarse demasiado exigentes y rígidos, facilita que esta organización nacional se rompa, ya que en medir fuerzas siempre todos perdemos.

Comentarios

Entradas populares